miércoles, 3 de junio de 2009

Fumando espero... ¿qué?

A Flor de loca le encanta fumar. Se siente divina. Fuma donde tiene y donde no tiene que fumar. Le gusta el humo, la ceniza, la gente fumando, el cartelito "Sector Fumadores". Es una asquerosa. Se convirtió en una fumadora.
Ella lo odiaba, tenía una aversión por él, el cigarrillo, pero como uno de esos amores intempestivos un día se dio cuenta de que podían llevarse muy bien, que podía pasar a ser su m ejor amigo. Y empezaron a conocerse.
Pasó el tiempo y Flor de loca se dio cuenta de que a cigarrillo tampoco le gustaba que lo molestaran demasiado. Se comportaba como cualquier hombre, entonces Flor de loca resolvió tratarlo como tal.
A veces ni lo llama, para que no se sienta importante, y otras veces no puede vivir sin él. Pero como ya sabemos, Flor de loca es obsesiva, asi que siempre termina llamándolo.
Tienen una relación simbiótica, no pueden salir solos el fin de semana. Los sábados sí o sí están juntos donde sea, son novios celosos. Pero los domingos no se quieren tanto. Él tiene una ex, y se va con ella. Cuando aparece Tos, Flor de loca lo deja ir, porque sabe que todavía tienen cosas que resolver, muchas discusiones por tener, y generalmente como todas las depresivas, Tos aparece los domingos. Pero a fin de cuentas Flor de loca sabe que el otro va a volver con ella al final de la noche cuando se estè por ir a dormir.
Pero la depre de los domingos les agarra a todas cuando extrañan a ese que tuvieron. Flor de loca lo sabe, ella también es EX. Y Cigarrillo es la mejor compañía desde el día en que se convirtió en eso.

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