jueves, 4 de junio de 2009

El caracol

Todos sabemos que a Fdl no le cuesta NADA enamorarse. Y ahora se enamoró. Descubrió que su libido se traslada con mucha facilidad. Entonces encontró un hombre y la depositó toda en él.
Fdl está "enamorada". Pero la pregunta es si volvió a creer en el amor. Lamentablemente sí, o en lo que cree que es el amor.
Como el objeto de su afecto desapareció, la libido de Fdl se desorientó y empezo a buscar donde posarse, cual abeja en un jardín lleno de flores. No le convencía mucho, pero terminó cayendo en un lugar por supuesto inconveniente.
Fdl cayó en la influencia de su amiga, logrando así depositar esa libido en una persona recomendada. Su amiga ofició de consultora en relaciones y terminó convenciendo a Fdl. ¡Qué error!
Fdl buscó y encontró, pero no le convence nada el nuevo objeto. Es que ella no lo eligió, se lo impusieron... pero como Fdl no puede estar sola, prefirió eso que la nada. Le vino bien, como siempre.
Apareció el Lic. y Fdl se dejó seducir. Lo que no sabía era que podía ser tan improductivo (y cuando digo improductivo me refiero a que no aportó ABSOLUTAMENTE NADA) pero Fdl le dio para adelante. Ella creyó que podía ser distinto pero se equivocó.
El Lic. empezó a hacerse el difícil y no pudo haber hecho peor cosa porque a Fdl la volvió más loca. Se quedó en el medio de la nada, mirando para todos lados. Fdl sabe a donde no ir, pero saca pasaje igual. Y los viajes inesperados y sorpresivos SIEMPRE le llaman la atención. El problema es que el transporte no llega nunca y Fdl se queda sentada en la terminal.
Ahora Fdl va por el Lic. Lento o no, Fdl no va a soportar que se haga el difícil, no señor.

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