Amagues...

La vida te da una margarita (natural o alcohólica, para el caso es lo mismo), pero después te tira un cambión de bosta encima.Flor de loca está acostumbrada. Cuando le pasa algo bueno, siempre está esperando que llegue el cambión de bosta, para que le tape la margarita. ¿Y qué pasa? Indefectiblemente está manejando por el tráfico de la vida y un container de bosta le cae encima en una brusca frenada que no se esperaba.Flor de loca se imagina una vida sin estos camiones y no se adapta. Pero la verdad es que cree que por una sola margarita valen la pena hasta dos de esos. Además, si la margarita es natural, la bosta puede ayudar a que crezcan más de las mismas. Y si es alcohólica, por lo menos ayuda a pasar el mal rato mientras una huele a mierda.A Flor de loca le cuesta verle el lado positivo a las cosas, pero que lo tienen, lo tienen. Las margaritas serán amagues, pero a Flor de loca, le encantan.